miércoles, 9 de noviembre de 2011

porfiriato

PORFIRIATO
Porfiriato o porfirista t es el periodo de 34 años en el que el ejercicio el poder en México estuvo bajo control de Porfirio Díaz este periodo compre de 1876 al termino del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada a mayo de 1911 cuando Díaz renuncio a la presidencia por la revolución encabezada por Francisco I Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata y los hermanos Flores Mogón. Durante el gobierno de Porfirio Díaz se dio un giro a la actividad política nacional,.
En los 31 años del porfiriato se construyeron en México mas de 19000 kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera; el país quedo comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones del capital extranjero y se impulso la industria nacional.
A partir de 1893 se sanearon las finanzas, se mejoro el crédito nacional y se alcanzo gran confianza en el exterior y se organizo el sistema bancario que invalido durante la de década de 1940 en el gobierno de Lázaro Cárdenas del Rio aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia ralamente nunca quiso deja el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presento su candidatura  para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el publico obrero. Ante estos hechos Francisco I Madero convoco a la rebelión la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y termino con  la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dicado chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaron ciudad Guerrero, Mal Paso venció en la batalla de Casas Grandes Chihuahua y la toma de ciudad Juárez por el Sur Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas,, amaban la capital y derrotaron en Cuautla del 5to-regimiento de oro aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura habiendo tenido esos fracasos en el territorio militar y otras en el plano de las negociaciones, Díaz prefirió renuncia a la presidencia y abandono el país en mayo 1911.
Durante los agitados de Juárez y Lerdo de Tejado resalto la figura militar de un gallardo oaxaqueño. Nos referimos al general Porfirio Díaz que pocos años mas tarde a ambos combatiría y se convertiría en el dictador más terrible que recuerda la memoria histórica de México. Este militar se distinguió por sus luchas contra el imperio de Maximiliano y las batallas de Miahuatlan (1867) que le darían el reconocimiento popular que le serviría de plataforma política para su acceso a la presidencia.
El personaje de Porfirio Díaz es una empresa compleja de descubrir. Pero lo que escoto durante 36 años de gobierno es más simple. Ante esto, es natural que el primer paso que dio el general Díaz fuera su política de pacificación del país. La cual condujo con severidad especialmente contra los bandidos de las gavillas.
Fue precisamente durante su primer periodo en que termina con personajes tan famosos como chucho roto y los bandidos del rio frio. La segunda acción para controlar al país fue la de consolidar la figura del ejecutivo y resaltarle fuerza al poder legislativo. Con ello la agitación política se redujo al mínimo y el general pudo decidir quién era diputado o cenador.
Ante tal maniobra política el general Porfirio Díaz fue logrando poco a poco que el espíritu de la NO REELECCION  de la constitución cambiara. Fue así que en 1890 se admite la reelección indefinida y dos años más tarde se toma pie de la letra el espíritu de la constitución del 57 la cual permite la reelección indefinida.

SOCIEDAD PRFIRIANA
La sociedad porfiriana no fue la excepción no resulto nada raro que las costumbres fueran copiadas de la elegante Francia cuando en estos tiempos parís era la ciudad del progreso, la moda, los “premiso el escándalo y la cultura”. En sus calles plazuela y bares la sociedad parisina se hacía notar y sobre todo las mujeres con su delicada andar y sombreros casi imposibles determinaban la moda del mundo oriental.
Las mujeres del porfiriato trataban a toda costa de difundir la dignidad y la actitud refinada de las mujeres parisinas. A lo alto de su cabeza portaban cada vez más grandes sombreros. Y ningún mejor ejemplo de ello, era la siempre recia pero muy elegante presencia del general Porfirio Díaz.

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